Es un líquido que rodea el feto durante el embarazo, ubicado dentro del saco amniótico.

Además de ayudar  al feto a moverse dentro de la pared del útero, es una gran fuente de células madre con las cuales hay probabilidades de formar diversos tejidos como el muscular, hepático u óseo.

Por otro lado, su bajo riesgo de desarrollar tumores les brinda una ventaja sobre las células madre embrionarias.