Es la capacidad que poseen las células madre de un tejido para producir tipos celulares diferenciados de otro órgano o tejido.
Asimismo, ya se ha demostrado que una célula sí puede diferenciarse en otra y volver a su estado original, debido a que la diferenciación no se basa en etapas irreversibles conducidas por reordenamientos génicos, sino por silenciamientos epigenéticos (factores no genéticos determinantes de la ontogenia) o por genes silenciados activados.