Un hombre que sufría ceguera temporal luego de que le cayera amoniaco en el ojo, recuperó la visión luego de recibir una terapia basada en células madre de su ojo sano.
En el accidente, el químico le quemó la córnea, la membrana transparente que recubre parte frontal del ojo, y las células madre que conservaban sana la membrana. Asimismo, al paciente se le diagnosticó una insuficiencia límbica de células madre (LSCD en inglés), condición que perjudica la vista y que produce dolor al parpadear o ver una luz muy fuerte.
Fue así que en un tratamiento diseñado por médicos del Instituto de Células Madre del Noreste en Newcastle, Inglaterra, al paciente se le extrajeron células madre de su ojo sano para luego cultivarlas en una capa de tejido amniótico, utilizado normalmente como remedio para quemaduras.
Luego que las células cubrieran la membrana, se transplantó una parte del tamaño de un sello en el ojo dañado. Pasado dos meses, la membrana estaba desprendida luego de suministrar al ojo accidentado células madre sanas, las mismas que repararon la córnea.
Las pruebas que durante seis meses se le hicieron a Russell Turnbull, como se llama el paciente, determinaron que su vista era tan buena como antes de haber sufrido el accidente.